A los 19 conoció al que sería su marido, Vladimir Ludvigovich Kollontai, un estudiante de ingeniería de origen modesto que no fue aceptado por su madre. Tras afiliarse en 1896 al partido socialista abandonó a su marido y su hijo para estudiar en Zúrich (Suiza) centro neurálgico de las jóvenes estudiosas afines a las ideas socialistas. Se afilió al Partido Obrero Socialdemócrata Ruso en 1899.
Participó en los acontecimientos revolucionarios de 1905, tras presenciar la matanza de obreros frente al Palacio de Invierno. Kollontái trabajó entonces escribiendo artículos y organizando asociaciones de trabajadoras rusas. Tuvo que exiliarse a raíz de la publicación de un artículo titulado Finlandia y el socialismo en el que animaba a los finlandeses a sublevarse contra la ocupación rusa. Esto le dio oportunidad de viajar por toda Europa, entrando en contacto con diversos partidos socialistas en países como Alemania, Gran Bretaña y Francia.
Se opuso activamente a la Primera Guerra Mundial, por sus motivaciones imperialistas al servicio de la clase dominante. En este sentido participó en la Conferencia de Zimmerwald en 1915.En esta época también se unió a los bolcheviques y viajo por diversos países haciendo campaña contra la guerra.
Al desatarse los sucesos que desembocaron en la Revolución de Octubre Aleksandra Kollontái regresó a Rusia, donde fue elegida miembro del Comité Ejecutivo del Sóviet de Petrogrado. Apoyó a Lenin en su visión de los soviets como organismos para el ejercicio del poder y la necesidad de superar la revolución burguesa con la revolución proletaria.
Pocos meses antes de octubre de 1917 fue elegida miembro del Comité Central del Partido y votó a favor de la insurrección y de la toma del Palacio de Invierno para construir así un Estado obrero.
Tras la toma del poder Aleksandra Kollontái fue elegida para la Comisaría del Pueblo para la Asistencia Pública en el gobierno del Sovnarkom. Fue una de las personas que más trabajaron para conseguir los derechos y libertades de las mujeres, modificando aspectos de las leyes que hacían a la mujer una subordinada del varón, le negaban derecho al voto y la hacían ganar menos salario y trabajar en peores condiciones que los varones. La Revolución consiguió poner las bases para igualdad real entre varones y mujeres, liberando las relaciones familiares y las relaciones sexuales. Se aprobaron el divorcio y el aborto, y se otorgaba a las mujeres beneficios sociales en forma de salarios de maternidad, guarderías y hogares para los niños. Asimismo se desarrollaron campañas de información para dar a conocer a las mujeres sus nuevos derechos.
En 1918 Kollontái fue una de las organizadoras del Primer Congreso de Mujeres Trabajadoras de toda Rusia. De este congreso nació el Zhenotdel (Departamento de la Mujer), un organismo dedicado a promover la participación de las mujeres en la vida pública, y en proyectos sociales, y de manera muy especial la lucha contra el analfabetismo. El Zhenotdel tenía su propia revista llamada Kommunistka (Mujer Comunista) y Kollontái era parte de su Consejo editorial. Todo este esfuerzo que consiguió poner las bases para el surgimiento de la mujer nueva en toda Rusia.
En 1921 Kollontái fue cofundadora de la Oposición Obrera, que encabezó con el dirigente de los trabajadores metalúrgicos Alexander Shliápnikov. Esta corriente tenía como consignas entregar la dirección de la economía a un Congreso de productores, que los sindicatos establecieran la dirección de las empresas y fábricas y que los trabajadores eligieran a los principales administradores. El Congreso del partido ordenó disolver este grupo, decisión que fue apelada inútilmente ante la Internacional Comunista.
Aleksandra Kollontái quedó marginada y perdió su influencia política. En 1923 pasó al servicio diplomático. Fue nombrada embajadora de la Unión Soviética (primera mujer embajadora de la historia) en Noruega y posteriormente en Suecia y México. En Suecia tuvo como médica personal y
amiga a la líder feminista Ada Nilsson, con la que mantuvo después una afectuosa correspondencia, encargándole incluso los medicamentos que no podía obtener en la URSS. También formó parte de la delegación soviética en la Sociedad de Naciones. Este exilio dorado la salvó, primero de las deportaciones que a partir de 1927 afectaron entre otros a sus compañeros de la Oposición Obrera y a la Oposición de Izquierda y más tarde, en la década siguiente, de morir ejecutada cuando, uno a uno, otros antiguos dirigentes bolcheviques corrieron esa suerte.
El matrimonio que convertía a la esposa en una propiedad más del marido sería sustituido por la unión libre entre sexos, basada en el verdadero y puro amor y no en lazos contractuales.
En las relaciones sexuales la mujer nueva no renunciaría a su naturaleza femenina, ni al placer de la carne y elegiría libremente al hombre que quisiese como padre de su descendencia. Sobre la prostitución considera que se trata de una experiencia insatisfactoria tanto para el hombre, que comprando las caricias de una mujer nunca experimentará el verdadero éxtasis erótico, como para la prostituta, que nunca alcanzará plenitud y armonía vendiendo su cuerpo.
- Autobiografia de una mujer sexualmente emancipada y otros textos sobre el amor. Horas y Horas, Madrid 2015, ISBN 978-84-96004-62-7
- Autobiographie einer sexuell emanzipierten Kommunistin. Guhl, Berlín 1989, ISBN 3-88220-015-4
- Ich habe viele Leben gelebt… Autobiographische Aufzeichnungen. Dietz, Berlín (DDR) 1987, ISBN 3-7609-0523-4 (ligeramente reducida en comparación con la ver. rusa, con 50 fig.)
- Mein Leben in der Diplomatie. Aufzeichnungen aus den Jahren 1922 bis 1945. Dietz, Berlín 2003, ISBN 3-320-02043-9
- Die neue Moral und die Arbeiterklasse. Verlag Frauenpolitik, Münster 1977, ISBN 3-88175-025-8
- Die Situation der Frau in der gesellschaftlichen Entwicklung. 14 Vorlesungen. Verlag Neue Kritik, Frankfurt/M. 1977, ISBN 3-8015-0140-X
- Wassilissa Malygina. Erzählungen über „Wege der Liebe“ im frühen Sowjet-Russland. Frauen zwischen Ehe und Revolution. Verlag Roter Stern, Frankfurt/M. 1974, ISBN 3-87877-067-7 (repr. ed. Berlín 1925)
- Wege der Liebe. Drei Erzählungen. Der Morgenbuch-Verlag, Berlín 1992, ISBN 3-371-00357-4 (repr. ed. Berlín 1925)
- Der weite Weg. Erzählungen, Aufsätze, Kommentare. Verlag Neue Kritik, Frankfurt/M. 1979, ISBN 3-8015-0160-4
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