lunes, 16 de enero de 2017

La historia de la pornografia primera parte.

La pornografía y las representaciones eróticas se remontan a la antigüedad de la civilización, a tiempos tan antiguos y primitivos de la historia humana como la era del Paleolítico. El concepto moderno de la pornografía, que prevalece en nuestros días, se define a partir de la comercialización masiva de material erótico en el siglo XIX durante el periodo de la Época Victoriana, abandonando su carácter erótico-artístico y aumentando su distribución a partir de la producción en masa que definió la Segunda Revolución Industrial. La pornografía moderna consigue su mayor presencia a partir de la Revolución sexual (Edad de Oro del porno) durante los años 1970, hasta la actualida.



En la sociedad primitiva del homo sapiens nómada, perteneciente al periodo Paleolítico, se desarrolla el pensamiento mágico y las bases empíricas como fundamentos de las religiones primitivas, basando el creacionismo humano en lo que se observaba de las capacidades reproductivas animales. En las tribus primitivas se establece el culto totémico hacia las estructuras anatómicas dedicadas a la procreación; el culto hacia el útero (objeto de culto debido a su capacidad de retener al feto y su alumbramiento) y el culto fálico (considerado como "depositante de vida"). Basádose en los cultos antiguos, se asume que los figurines paleoíticos de Venus, como la Venus de Willendorf, evocan la admiración humana por los genitales, la maternidad, la fertilidad y el erotismo, a través de mamas y nalgas de proporciones exageradas, con una posible intención de representar pornografía.
En las culturas clásicas de la India se sobreentendían las virtudes de la sexualidad en varias de sus formas como el matrimonio, la masturbación, el sexo grupal, la poligamia y la homosexualidad. Se entendía que el sexo, especialmente en filosofías como el Tantra, era parte de la divinidad natural humana y, en ocasiones, representaba un camino hacia la iluminación espiritual. De acuerdo a las visiones religiosas del hinduismo, el buddhismo y el jainismo, gran parte de las prácticas religiosas y filosofías espirituales magnificaban la importancia de la actividad sexual a través de prácticas y relatos con fuertes tintes eróticos; como el Ashvamedha Yajna del Rigveda. El Kama Sutra de Vatsyayana (c. 400-200 A.E.C.) es el epítome de la sexualidad de la India antigua, libro que describe las prácticas sexuales que se consideraban ideales para una pareja heterosexual en matrimonio.
La sociedad de la India antigua estaba acostumbrada a la sexualidad y al nudismo, al grado de plasmarlo en gran parte del arte sagrado que adornaba los centros ceremoniales. En los relieves exteriores que adornan Khajuraho es posible observar distintas representaciones sexuales que representan la sexualidad humana y la sexualidad entre deidades. Los poemas épicos del Ramayana y el Mahabharata (c. 1500 A.C.) contenían varias alusiones eróticas y ambos fueron determinantes en la construcción de las sociedades sexualizadas del Oriente antiguo, influyendo directamente en las políticas y morales sexuales de la cultura japonesa, la cultura china y las culturas tibetanas. En China, los primeros manuales sexuales y poemas eróticos datan de 200 A.C., basados en las visiones teológicas sobre la complementación de géneros y fuertemente influenciados por los textos de la cultura india, asimismo, aparecen las representaciones gráficas del sexo en el arte popular tradicional como la pintura y la cerámica.

Las sociedades clásicas en la Antigua Grecia y el antiguo Imperio romano adoptaron a la sexualidad humana como base de la expresión artística. En el arte Clásico se retoma una fuerte fijación artístico-estética por la representación de los seres mitológicos y la representación del cuerpo humano, donde el cuerpo femenino representaba los atributos de la belleza y la fertilidad, y el cuerpo masculino representaba los atributos de la fuerza y la virilidad. Dentro de la mitología griega figuraban deidades y relatos que se introducían a la "sexualidad divina" y que recurrían a temas como la poligamia, la homosexualidad, la pederastia, el abuso sexual, las relaciones amo-esclavo, el sexo grupal, el transgénero, la intersexualidad y la bestialidad. El arte clásico era frecuentemente falocéntrico, posicionando a los genitales como forma central de las artes plásticas (pintura, escultura, cerámica y mosaico) en una intención probablemente pornográfica.
La representación de escenas sexuales era habitual en el arte popular del Imperio romano, cuyas visiones sobre la sexualidad se acercaban moralmente a las visiones de la Grecia Clásica. Una de los ejemplos más claros de la moral sexual del antiguo Imperio romano son los detalles de los frescos de los Baños Suburbanos en Pompeya, donde se pueden apreciar escenas con actos de naturaleza sexual que incluyen formas del sexo grupal, el sexo femenino-femenino, el cunnilingus y el sexo anal masculino. Otros claros ejemplos son los detalles homoeróticos de la Copa Warren (c. Siglo I) y la tradición romana del fascinus. Dentro de la literatura erótica clásica destacan obras como Erothikos de Plutarco, Thesmophoriazusae de Aristófanes y Satyrikon de Petronio; además de autores como: Estratón de Sardes, Safo de Lesbos, Automedón, Filodemo de Gadara, Marcus Argentarius, Gayo Valerio Catulo, Propercio, Tibulo, Ovidio, Marco Valerio Marcial, Décimo Junio Juvenal y Priapeos.
En la Edad Media, con la dominación del cristianismo, se entendía a la pornografía como una forma de la lujuria y, por lo tanto, como un pecado mortal; la masturbación, la fornicación, la sodomía, el adulterio y la prostitución eran consideradas ofensas "criminales" o "innaturales" que eran corregidas con los castigos religiosos e incluso con la tortura y la muerte en la Inquisición. El arte en la Edad Media se definió en el estilo teocéntrico, a través de alusiones religiosas a pasaje bíblicos y ofrendas que exaltaban la perfección divina, por lo que el desnudo y el sexo eran incompatibles con las imágenes religiosas. La literatura erótica aparece, bajo controversia, en los últimos siglos de la Edad Media en obras como Decamerón (1353) de Giovanni Boccaccio, introduciendo la ficción erótica en los periodos post-clásicos, además de Facetiae (siglo XV) de Gian Francesco Poggio Bracciolini e Historia de Duobus Amantibus (1444) de Pío II.



The pornography and them representations erotic is back to the antiquity of the civilization, to times so ancient and primitive of the history human as it was of the Paleolithic. The modern concept of pornography, which prevails in our day, is defined from the mass marketing of erotic material in the 19th century during the period of the Victorian era, leaving his erotico-artistico character and increasing its distribution from production mass defined by the second Industrial Revolution. Modern pornography gets its greater presence from the sexual revolution (golden age porn) during the 1970's, and today.

In the primitive society of homo sapiens from the Palaeolithic period, nomadic, develops magical thinking and empirical bases as foundations of the primitive religions, based human creationism which noted animal reproductive capabilities. Primitive tribes sets the totemic cult to anatomical structures devoted to procreation; the cult towards the uterus (object of worship due to its ability to retain the fetus and its placenta) and phallic worship (considered as vida "depositante" "). Based in them cults antique, is assumes that them figurines paleoiticos of Venus, as the Venus of Willendorf, evoke the admiration human by them genital, the maternity, the fertility and the eroticism, through breast and buttocks of proportions exaggerated, with a possible intention of represent pornography.
In the classical cultures of the India is sobreentendían the virtues of sexuality in a number of guises as marriage, masturbation, group sex, polygamy and homosexuality. Understood that sex, especially in philosophies such as Tantra, was part of the natural human divinity and, occasionally, represented a path to spiritual enlightenment. According to the religious views of Hinduism, Buddhism and Jainism, much of the religious practices and spiritual philosophies magnify the importance of sexual activity through stories with strong erotic overtones and practices; as the Ashvamedha Yajna of the Rigveda. The Kama Sutra of Vatsyayana (c. 400-200 BCE) is the epitome of sexuality of ancient India, book describing sexual practices that were considered to be ideal for a heterosexual couple in marriage.

The ancient India society was unaccustomed to sexuality and nudity, to the extent translate it into much of the sacred art decorating the ceremonial centers. In the exterior reliefs adorning Khajuraho is possible to observe different sexual representations that represent human sexuality and sexuality between deities. The epic poems of the Ramayana and the Mahabharata (c. 1500 BC) contained several erotic allusions and both were decisive in the construction of the sexualized societies of the ancient Near East, directly influencing policies and sexual moral of Japanese culture, Chinese culture and Tibetan cultures. In Chinese, them first manual sexual and poems erotic date of 200 BC, based in them visions theological on the complementation of genres and strongly influenced by them texts of the culture Indian, also, appear them representations graphic of the sex in the art popular traditional as the painting and the ceramic.


Classical societies in the ancient Greece and the Roman Empire adopted human sexuality as the basis for artistic expression. In classical art is takes a strong artistico-estetica fixation by the representation of the mythological creatures and the representation of the human body, where the female body represented the attributes of beauty and fertility, and the male body represented the attributes of strength and virility. Within Greek mythology included deities and stories that introduced to the "sexualidad divina" and master-slave, group sex, transgender, intersex and bestiality resorting to issues such as polygamy, homosexuality, child abuse, sexual abuse, relationships. " Classical art was frequently phallocentric, positioning the genitals as a central form of plastic arts (painting, sculpture, ceramic and mosaic) in probably pornographic intent.
The representation of sex scenes was common in the folk art of the Roman Empire, whose views about sexuality morally approached the visions of classical Greece. One of the clearest examples of the sexual morals of the ancient Roman Empire are the details of the frescoes of the suburban baths at Pompeii, where you can see scenes with acts of a sexual nature that include forms of group sex, femenino-femenino sex, the cunnilingus and male anal sex. Other clear examples are the details homoerotic of the Warren Cup (c. 1st century) and the Roman tradition of the fascinus. Classic erotic literature includes works such as Erothikos of Plutarch, Thesmophoriazusae of Aristophanes and Satyrikon of Petronius; In addition to authors as: Straton of Sardis, Sappho of Lesvos, Automedon, Filodemo of Gadara, Marcus Argentarius, Gaius Valerio Catullus, Propertius, Tibullus, Ovid, Marco Valerio martial, tenth June Juvenal and Priapeia.


In the middle ages, with the dominance of Christianity, was understood to pornography as a form of lust and, therefore, as a mortal sin; masturbation, fornication, sodomy, adultery and prostitution were considered offences "criminales" or "innaturales" which were corrected with the religious punishments and even torture and death in the Inquisition. Art in the Middle Ages was defined in the theocentric style, through biblical religious allusions to passage and offerings that exalted divine perfection, so nude and sex were incompatible with religious images. Erotic literature appears, under controversy, in the last centuries of the middle ages in works such as Giovanni Boccaccio, introducing erotic fiction post-clasicos periods, as well as (XV century) Facetiae of Gian Francesco Poggio Bracciolini and history of Duobus Amantibus (1444) of Pius II's Decameron (1353).





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