Era una oscura, fria y lúgubre tarde de Octubre en mi habitación, de repente
senti en mi cuerpo una excitación jamas experimentada en mi vida, un alboroto de testosterona
subiendo por mi espalda, rodeandome todo el cuerpo y concentrandose en mi pene.
Al sentir mi pene duro, fuerte y vigoroso me empezó a entrar hambre y me dirigí a la cocina para
abrir la nevera y encontrar algo para comer.
Al no encontrar nada que me apeteciera, al momento de cerrar la puerta de la nevera me volvió ese subidon
apoteósico de testosterona y nerviosismo. Y sentí como alguien me miraba con objeto de deseo y pasión.
Y ahí estaba, grande fuerte y vigoroso como mi hermoso pene. El me miraba y yo a él también mientras metía
la mano en mi bolsillo como si estuviese buscando una moneda de 2 centimos. Y restregandome como si tuviera un tic nervioso.
De repente, cogí ese aguacate de la parte inferior de la nevera y noté como suspiraba ese aguacate. Lo abrí con cara de deseo
y me quedé con la mitad del aguacate que se habia quedado con la pipa.
En ese momento al ver esa pipa dura, hinchada y brillante, esa sensación de subidón de testosteróna se multiplicó por tres
y decidí practicarle sexo oral a ese aguacate tan afrodisiaco.
Empece a mover mi lengua al rededor de esa pipa y noté como el aguacate empezaba a vibrar y a gemir timidamente.
-Ohhh!!! siii!!! comeme toda la pipa!!!!! Que rico papiiii!!
Y cuando despues de 40 locos minutos de sexo oral apasionado y teniendo mi bigote y barba manchados de ese lindo aguacate me decidí comermelo todo.
En ese momento de comerme todo el aguacate con toda la cara manchada de restos de aguacate.
Al dia siguiente me picó la curiosidad de poder hacer un trio con dos Aguacates maduros. y decidí salir a comprar mas.
Cuando salí del Manicomio... me dirigí a la frutería mas cercana para comprar esos aguacates cachondos. En ese momento me dí cuenta que había salido solo con unas cholas
un pantalon corto, sin camisa y sin dinero claro. Y decidí coger esos dos aguacates al despiste y salir disimuladamente. El primer aguacate me lo metí en la parte de delante
del pantalón corto y el otro aguacate pues ya se pueden imaginar donde me lo tuve que meter disimuladamente. Menos mal que no eran de los de la piel rugosa, sino que hizo un efecto
venturi a la perfección.
Corrí como alma que lleva el diablo a mi habitación con la erección a punto de caramelo. El glande estaba a punto de salirse de la orbita mientras yo pelaba esos aguacates.
Solo el oir esos gemidos de esos dos aguacates gritandome en mi cachete me ponía a 1000.
Basta que en ese momento de pleno apogeo de mi pene y esos aguacates deseosos de mi lengua tuvo que aparecer el Inspector-Revisor del manicomio. Yo enseguida solté los aguacates
y me puse a imitar a una mot;
- ¡¡¡BRRRROOOMMMM BRROOOOMMMM!!!!!
..y me dice el inspector;
- ¡POR FAVOR CALLESE POR DIOSSSS!
- ¿Por qué? ¿Le molesta el ruido que hace la moto?
... y responde;
- ¡NO! ¡LO QUE ME MOLESTA ES EL HUMO!------------------------==========================... cONTINUARÁ
P.D: Disculpen la falta de tildes u ortografía en algunas palabras, ya que el manicomio no tiene para comprar una licencia
de Word, y lo he tenido que escribir en un triste y simple .txt que no tiene corrector ortográfico.
Gracias, Buen Clima!
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