jueves, 15 de noviembre de 2018

En la planta 12.

Hacía tiempo que estábamos hablando, pero no habíamos llegado a quedar. Al paso de unos meses, al salir del gym me escribió. Un chico rondando los 40, delgado, fibroso, y sorprendido de verme cerca de su vivienda, comenzamos a charlar, él había terminado de cenar y yo directo a casa, empezamos hablar y volver a enviarnos alguna foto cachonda, hasta ponernos a tono, así que le pregunté si podía acercarme a su casa ya que estaba cerca.

Pensé que me diría como en otras ocasiones que no podía, o alguna escusa como suele pasar con el resto, pero esta vez, estaba tan cachondo que acepto la propuesta, así que en unos minutos ya estaba en su casa, en la planta 12.
Al salir del ascensor observé la puerta que estaba media abierta. El se encontraba detrás, me recibió vestido con ropa de ciclista, camisa muy apretada, pantalón corto de licra negra y tenis de deporte, en mi caso iba muy parecido aunque la ropa menos ajustada.

Nada mas vernos, nos morreamos, a la vez íbamos sobándonos todo el cuerpo, tocándonos las pollas duras que nos marcaban el paquete. Eran besos muy apasionados creo que de tanta la espera para conocernos, había llegado ese momento y sin planear.
Igualmente nos tocábamos las nalgas, el me pedía que me dejase follar, además de tener un largo pollote y eso podría dolerme, aun era pronto y preferí que fuera todo mas morboso, tocamientos, sobeteos y mamadas y así fue.
Seguíamos en el pasillo de la entrada, me puse arrodillado y aun con su pantalón de licra le olía y comía su paquete empaquetado, y de allí no nos movimos, al quitarnos la ropa, nos acercamos a un espejo que tenía de cuerpo entero para vernos mejor, era muy excitante ver como me hacia un pajote mientras nos besábamos, yo iba a su culo, apretándole sus nalgas y metiéndole un dedo humedecido. Estábamos disfrutando a tope.
Comencé a tocar sus pezones y chupárselos, con un pecho muy delgado aunque fibrado, estaba muy bien físicamente y seguí bajando hasta llegar a su verga, que empecé a mamar pero sin llegar a metérmela toda, pues era muy larga, estaba deliciosa, carnosa y suave.

Le miraba y veía que disfrutaba como era normal, tenia mucha saliva y casi me atragantaba, así que paré y continuar con los pajotes.
Me di la vuelta para que pusiera su pollote en medio de mis nalgas, notarla como estaba tan cerca de mi agujero, mientras nos miramos al espejo.

Al estar un rato así, me agaché al suelo y llegué a su culo para comérselo, tenía buenas nalgas, no eran tan gordotas como las mías, pero si estaban bien entrenadas. Se abrió bien las piernas y empecé a pasarle la lengua lentamente. Con su mano él iba tocándome la polla agachándose ya que no llegaba, hasta llegar a comérmela mientras yo le comía el culo mas profundamente, teníamos una posición un poco incómoda, pero estábamos tan cachondos que no nos afectaba la mala postura!
Sin tardar mucho, ya me daban ganas de correrme, igualmente me dijo que el también quería y casi a la vez nos echamos la leche en mi barriga, fue bastante, tanto de la mía como la de él, increíble lechada cremosa.

Acabé agotado. Me entregó un paño para limpiarme y tan a gusto que quedamos, que nos despedimos con un buen morreo hasta otra ocasión. 
De esa manera tan casual, disfruté de un rato muy morboso y con ganas de repetir próximamente... él también.

lunes, 5 de noviembre de 2018

SIETE CONSEJOS ANALES.

Siete Consejos Anales


¿Quieres empezar a abrir la puerta trasera y no sabes como?

¿Deseas tener buenos orgasmos por el agujero pequeño?

¿Estás leyendo esto con voz de teletienda?

Dejándonos de tonterías, y sin extenderme mucho en preámbulos, voy a dar algunos consejos para lograr una buena masturbación anal en hombres o mujeres con pene. Esto no será el típico post detallando los pasos súper-básicos que te explican en cualquier lugar de internet. Ya todos sabemos que hay que estar relajado, que el ano no lubrica solo y que no se cambia nuestra orientación sexual por el hecho de jugar con nuestro pequeñín. También voy a suponer que todos sabemos qué es la próstata y como acceder a ella (si no lo sabes, búscalo, no seas vago).

¡Empezamos!

1. Olvídate de los dedos. 

En todos los tutoriales de internet te dicen que primero pruebes a estimular tu ano con los dedos, tocándolo por el exterior y acostumbrándonos a su tacto. Pero, en el momento en el que quieras pasar a la penetración, los dedos son un asco. Acogiéndonos a los tópicos, los hombres no somos los mayores expertos en manicura y no solemos tener las uñas en unas condiciones aconsejables para meterlas en ningún sitio. Cuando somos novatos, el hecho de que algo nos arañe levemente la zona anal hace que no estemos cómodos y no disfrutemos de la experiencia. Olvídate de los dedos y compra juguetes.

2. ¿Que juguetes compro?

Para empezar yo aconsejo comprar el plug más delgado que encontremos, a ser posible de plástico ya que los de metal suelen ser más anchos y aconsejables para gente más experta. Estos juguetes los puedes conseguir por menos de 10 euros... ¡No seas rata! Empieza poco a poco: no hace falta que te lo dejes dentro la primera vez. Cuando te hayas acostumbrado a tener objetos dentro del culo, recomiendo comprar un estimulador de próstata con vibrador.

3. No te motives con el mete-saca.

No hace falta que te folles el culo con la fuerza de cien actores porno austriacos. La gracia de los estimuladores con vibración, es que puedes introducirlos y dejar que haga su trabajo. Están diseñados para llegar justo al punto, y con la vibración no hará falta que hagas nada más salvo acostarte y disfrutar. 

4. Deja el mini-tu tanquilo.

Cuando estamos disfrutando, tendemos a lo clásico: agarrarnos la polla y eyacular. Sin embargo, yo recomiendo que aguantes todo lo que puedas. Deja que tu próstata se sature con las vibraciones de tu juguete e intenta lograr un orgasmo prostático sin tener que estimularte el miembro.

5. No todos nos corremos igual.

Si logras un orgasmo de próstata... ¡Felicidades! Sin embargo, no te inquietes si no logras eyacular con la estimulación anal. Mucha gente puede expulsar semen teniendo este tipo de orgasmos, pero otra mucha no. Algunos necesitamos la estimulación última del pene para llegar al clímax supremo, pero verás que cuando lo tengas dominado y tengas la próstata al límite, no te harán falta sino 5 sacudidas para expulsarlo todo.6. No compres lubricante en el supermercado.

Los lubricantes de las típicas marcas son una basura masiva. Vete a una tienda especializada y pregunta por lubricantes especificos para el uso anal. Tienen a ser más viscosos y duran mucho más que los convencionales.

7. No tengas vergüenza.

Cuando vayas a comprar tus lubricantes o juguetes, no tengas vergüenza. Los empleados de esas tiendas están acostumbradísimos a la gente novata que quiere comprar su primer juguete. Explícale lo que quieres, y no le digas que "es para un amigo": ellos ya saben que es mentira.Y eso es todo por ahora. No suelo escribir este tipo de cosas (ya hay otros usuarios expertos en esto), pero creo que está bien compartir mi experiencia e intentar ayudar a los que tengan dudas o todavía no le hayan pillado el truco al juego anal.

¡Un saludo a todos!